Webinar Gratuito

TRES CLAVES FUNDAMENTALES PARA VIVIR LA EMOCIÓN DE LA FÓRMULA UNO EN MONTREAL

Jueves 22 de Febrero

07 PM cdmx 🇲🇽

08 pm MIA 🇺🇸

05 pm LAX 🇺🇸

Días
Horas
Minutos

¿Eres un fanático de las carreras de autos?

¿QUIERES VIAJAR A LA FÓRMULA UNO?

Este webinar es para ti...

¿De qué hablaremos?

01

La Experiencia Ideal en un Viaje F1

02

Elementos Clave en la Planificación

03

Cómo aprovechar al Máximo la aventura

04

Por qué viajar en grupo es la mejor opción

05

Hacer este sueño realidad

ES POSIBLE

Mi historia

HOLA SOY JUAN CARRILLO

Tengo 44 años de edad y vengo originalmente de una ciudad pequeña en Ecuador llamada Ambato. Desde muy pequeño, a la edad de 8 años, me despertaba muy temprano para ver las carreras de la Fórmula 1 en un programa conducido por dos personas muy adentradas en los deportes de velocidad: Pascal y Jean Pierre Michelet. No sé por qué, pero desde niño me encantaba el sonido de los coches y la competitividad de los pilotos. Recuerdo que había dos pilotos que llamaban mi atención: el primero era Ayrton Senna de Brasil y Alain Prost de Francia. Esas batallas me ponían los pelos de punta, especialmente bajo la lluvia. Desde entonces, me enamoré de este deporte hasta el punto de querer tener un coche de karting. Sin embargo, la situación económica no estaba para esos lujos y tampoco era como si esos coches estuvieran por todos lados en un país que se basaba netamente en rally. Con el paso de los años, vi a pilotos ir y venir, y siempre pensaba en cuándo sería el día en que podría ir en vivo y ver a estos pilotos.
De joven estudié hotelería y turismo, pero nunca sentí que la Universidad me preparaba para lo que quería del turismo. Decidí emigrar a los EE. UU. buscando educarme de mejor manera. Con el pasar del tiempo, decidí que la mejor manera de aprender turismo era viajando y conociendo lugares. Así que me enlisté en el servicio naval de los EEUU y viajé por muchos lugares, conociendo culturas y personas que llevaré por siempre. Al salir del servicio, trabajé para una tour operadora, y fue aquí donde todo lo que aprendí en mis viajes y todo lo que estaba aprendiendo en ese momento se consolidó en un aprendizaje real del concepto de turismo. Después de varios años trabajando en este lugar, mi vida cambió una vez más, y como todo adulto, empecé una nueva etapa con mi pareja. Me casé, tuvimos un hijo y pasó lo que normalmente le pasa a las personas con demasiadas responsabilidades: «me fui alejando de los sueños que tuve de niño». Las necesidades familiares iban reclamando más ingresos económicos, y tuve que poner de lado el trabajo que me gustaba para dedicarme a algo distinto, pero que ofrecía más garantías para mi familia. Cada vez más me alejaba de lo que yo siempre quise hacer. Esto no sucede de manera intencional; simplemente, la vida te va llevando a estos puntos en los cuales te pierdes. Después de intentar una y otra vez mantener mi matrimonio y mi vida laboral a flote, no se pudo más y llegó el momento más difícil de mi vida: enfrentarme al divorcio. Esto no solamente me dejó prácticamente en la calle, sino que también causó un daño emocional que me tomó años poder superar. Ya con todo esto definido y superado en mi vida, un día me senté a ver la tele, y ahí estaba algo que no había visto por más de 10 años… la Fórmula 1. Empecé nuevamente a reencontrarme con algo que no lo daba por perdido, sino que simplemente ya ni me acordaba que existía. Comenzó una nueva etapa otra vez. Me adentré en los coches, en sus trazados, en la cultura del deporte, y un día dije: me voy… Era hora de cumplir mi sueño. Ya no tenía excusas para no viajar, más que el miedo a hacerlo. Llamé a mi sobrino y le expuse la idea, y por primera vez, viajamos a un evento de Fórmula Uno. Cometí todos los errores posibles dentro de una planificación de viaje, y mira que yo tenía experiencia viajando por todo el mundo y había trabajado en empresas turísticas. Aún así, todo salió de cabeza: malos hoteles, malos boletos al evento, la transportación caótica y no sabíamos ni dónde comer. En resumen, el viaje fue un total fracaso. Pero cuando entramos a esa pista, todo cambió. Por fin, después de toda una vida de espera, después de ir al servicio naval jugándome la vida, después de vivir el duelo de una separación y perder todo hasta mis propios valores… por fin se cumplía algo que anhelé toda la vida.